Presidente de la C.A. Centro Médico de Caracas, 12 de Marzo 2013
Tiempos modernos fue la última película muda que hizo Charles Chaplin en el año 1936, en plena Revolución Industrial. En aquella obra se cuestionaba el trabajo en serie, el desarrollo del capitalismo, la falta de humanismo y de amor. Se inquietaban por el futuro de los trabajadores.
Hemos vivido momentos históricos. Ante los cambios tecnológicos se teme por la gente, por su bienestar y por el futuro. Así pudimos observar la automatización de los medios de comunicación que dio origen a muchas protestas en ese sector o también, si recuerdan, la implantación de nuevas tecnologías en telecomunicaciones, que generó renuncias colectivas en instituciones como la Cantv, por los años 80 y que, por cierto, propició la mejora del servicio.
Recientemente, y aún en la actualidad, observamos cómo se ha temido a Internet, a Facebook y a Twitter. Hay países donde están controlados, pero siempre se impondrá la fuerza de la razón y el uso que lo hace un hecho habitual. Al convertirse en cotidianidad se transforma en una cultura nueva, en una manera moderna de comunicarse y de estar actualizados al minuto, al segundo.
Siempre habrá detractores que se resistan al avance tecnológico. Siempre habrá quien asuma los cambios en la época de transición y quienes lo tomen como parte de la vida misma. Eso lo hemos vivido en múltiples ocasiones en nuestro medio de salud. Gente que se oponía a un nuevo equipo o sistema, termina aceptándolo, porque va internalizando la necesidad del canje a favor del ser humano. Eso es un cambio cultural.
A las organizaciones también les llega su momento de metamorfosis. Como las innovaciones las introducen los hombres y mujeres, a ellos también corresponde insertar e insistir en la transformación cultural.
Alejandro Formanchuck, consultor en Comunicación y Organizaciones 2.0, en una conferencia dictada en Barcelona, España, señalaba algunas diferencias entre las empresas 1.0, aquellas que todavía no han adoptado herramientas internas o externas 2.0, y las que sí lo han hecho. Explicaba que no era un tema sólo semántico sino que se trataba de una evolución natural y sofisticada en muchas de las áreas y ámbitos de la compañía, pasando primeramente por la adopción de valores más universales, humanistas y dentro de un marco de colaboración.
Según este consultor argentino, para que se produzca la cultura 2.0 es necesario el acceso y disponibilidad a la información, ampliación de la participación, interés genuino en la gente para generar y divulgar contenidos, tener interacción en formatos de red descentralizada, activar la construcción colectiva, colaboración y meritocracia, voluntad de escuchar y hacer uso de esa información, entre otras.
Creemos entonces, que el Centro Médico de Caracas está entre las organizaciones 2.0. Hemos avanzado en esta dirección y es nuestro deber y deseo continuar explorando estas nuevas formas de comunicación que nos exige cada vez más la audiencia interna y externa de esta institución. Nos refuerza esta creencia lo que Formanchuck asegura: “Cada día existen más estudios que demuestran que la adopción y el uso de herramientas 2.0 contribuyen positivamente a mejorar los resultados de las compañías”.
En el Centro Médico de Caracas nos esforzamos por innovar, por introducir esos cambios que nos harán más efectivos y más eficientes. La revista digital Centro Médico es un ejemplo de ello. Valoramos altamente el esfuerzo que ha hecho la actual Junta Directiva de la Sociedad Médica del Centro Médico de Caracas, presidida por Fernando Godayol Disario, por haberse enfocado y dedicado a este proyecto que tanto beneficio generará, no sólo a los profesionales de la salud de este centro asistencial, sino a los de otros lares, incluso, a la población en general.
La historia de la Revista Centro Médico está cargada de esfuerzo, dedicación y amor por la salud. También por un agudo sentido de la importancia de escribir, de registrar los hechos inéditos, de hacer historia a través del papel. Así lo hicieron nuestros fundadores, muchos de ellos prolijos en el quehacer de la investigación y de la inmortalidad a través de sus escritos.
Fernando Godayol, al igual que su padre, el expresidente Juan Godayol Rovira, están muy conscientes de la importancia de registrar la historia. Y fue por eso que entre sus proyectos de gestión, Godayol Disario, incluyó la recuperación de la Revista Centro Médico y la digitalización de las ya existentes desde sus inicios, a fin de que pudieran ser consultadas por médicos nacionales e internacionales, colaboradores e interesados. Además, le están agregando valor a la nueva publicación digital al incorporar como editor al doctor Abraham Krivoy, distinguido médico eurocirujano del Centro Médico de Caracas.
En abril de 1954 aparecía la revista Publicaciones Centro Médico de Caracas y en su primer editorial se leía: “…vencidas las dificultades de orden económico-burocrático, entramos en un nuevo período: el de la expansión científica, razón de ser primordial de las instituciones de esta clase y anhelo de sus fundadores desde los primeros días de su iniciación; de aquí el origen de la Sociedad Médica, agrupación científica del Centro, la cual con tesonera actividad ha laborado constantemente en el deseo de dar a conocer al mundo médico el reflejo de las actividades científicas del hospital y así, no ha vacilado en publicar esta revista reconociendo que, como todo, al comienzo adolece de algunas cosas que serán subsanadas atendiendo de la mejor buena voluntad, la crítica constructiva de nuestros distinguidos colaboradores”.
En 1964, al cumplir diez años, con un breve período de interrupción, hubo un cambio de formato y de nombre. Entonces comenzó a llamarse Centro Médico, que sustituyó al anterior órgano divulgativo que se llamó Publicaciones del Centro Médico de Caracas, del cual se publicaron 18 números desde 1954 hasta junio de 1963.
Prueba de la seriedad, calidad y prestigio de la Revista Centro Médico, es que fue registrada en el Index Medicus Latinoamericano, IMLA, de Brasil; en el Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias Periódicas, de México; ha sido miembro de la Asociación de Editores de Revistas Biomédicas Venezolanas, Asereme, y además, afiliada a la Asociación Venezolana de Hospitales, AVH; a la American Hospital Association y al International Hospital Federation.
En 1992 y 1993 salió regularmente y para 1994 sólo se editó un número, el de enero. Tuvo publicaciones intermitentes, hasta que en 2006 ya no fue posible reeditarla, aun cuando sus directivos pusieron todo su empeño.
Es ahora, cuando esta Junta Directiva de la Sociedad Médica del Centro Médico de Caracas decide adecuarse a los tiempos modernos, que hoy es una realidad la revista Centro Médico, donde tendremos la oportunidad de nutrirnos con los trabajos y artículos colocados en forma digital.
Ahora bien. Debemos estar persuadidos que sólo con los deseos no se logrará su permanencia. Se hace imperiosa la necesidad de que cada uno de nosotros tenga sentido de pertenencia y haga todo lo que esté a su alcance para lograrlo. Esto significa que debemos investigar, registrar e incluso opinar sobre asuntos que interesen a la comunidad médica y a la población en general. Asimismo, nos comprometemos desde la Junta Directiva del C.A. Centro Médico de Caracas a divulgar su lanzamiento, actualizaciones e innovaciones, a fin de hacer de su uso un cambio en la cultura comunicacional de nuestra institución.
Celebramos la vuelta de la Revista Centro Médico y exhortamos a todos a lograr su trascendencia.
Muchas gracias.