Vivencias humanitarias

Cutberto Emilio Guarapo Rodríguez1

RESUMEN

A modo de mover reflexiones que conlleven a respuestas favorables describe el autor, incidencias de Venezuela en socorro a la ciudad de Managua, país Nicaragua, en los días inmediatos posteriores al terremoto que la asoló el 23-12-1972, previamente expone su participación en sucesos catastróficos, principios fundamentales de la Cruz Roja Internacional y breve reseña de la venezolana; continúa con narrativa histórico - físico - político de Nicaragua para adentrarse en hechos desarrollados tales como:- conformación de la delegación venezolana, terremoto de Managua, magnitud de la tragedia, labor realizada, problemas en el retomo, planificación de ayudas a futuro, cronología de terremotos en Venezuela, para finalizar en conclusiones de una realidad tangible necesaria de superar. RCM 2018; 146(1): 16-24

Palabras clave: Asistencia humanitaria, Managua, Nicaragua, Cruz Roja Internacional, Terremoto de Managua, Ayuda Venezolana, Labor realizada, Problemas en el retomo, Auxilio a futuro, Cronología de sismos, Conclusión.

ABSTRACT

A way to move reflections that lead to favorable responses describes the author, incidents of Venezuela helping the city of Managua, Nicaragua, in the immediate days after the earthquake that devastated it the 23-12-1972; previous exposes their participation in catastrophic events, fundamental principies of the International Red Cross and a Venezuelan brief; continues historical - physical - political narrative from Nicaragua to enter in developed facts such as: - establishment of the Venezuelan delegation, Managua’s earthquake, magnitude of the tragedy, work done, problems in the return, future aid planning, earthquakes chronology in Venezuela, ending in tangible reality conclusions necessary to overcome. RCM 2018; 146(1): 16-24

Key words: Humanitarian assistance, Managua, Nicaragua, Intemational Red Cross, Managua Earthquake, Venezuelan aid, Work Done, Return problems, Relief future, Chronology of earthquakes, Conclusion.


  1. Individuo de Número Sillón XXXIX de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. Invitado de cortesía de la Academia Nacional De Medicina.

INTRODUCCION:

He asistido, desde finales de mis estudios de pre-grado y en el desarrollo de la profesión, a 4 eventos de asistencia humanitaria, a saber:

  1. Terremoto en la ciudad de Caracas, Venezuela.1967.- (Figura 1 a y b).
  2. Terremoto en la ciudad de Managua, Nicaragua.1972.- (Figura 2 a y b).
  3. Inundaciones en el Estado Apure, Venezuela 1974.- (Figura 3).
  4. Asistencia médica a poblaciones de Venezuela, con organización filantrópica AMlSUCRE.
Figura 1. Terremoto en la ciudad de Caracas.
Figura 1. Terremoto en la ciudad de Caracas.
Figura 2. a) Panorámica de destrucción por el terremoto de Managua. b) Ayuda humana. Zona parcial de desastre.
Figura 2. a) Panorámica de destrucción por el terremoto de Managua. b) Ayuda humana. Zona parcial de desastre.
Figura 3. Vistas de inundación de Apure.
Figura 3. Vistas de inundación de Apure.

Viajando también a Barcelona, estado Anzoátegui, en avión militar Hércules (Figura 4-a), integrando personal médico y paramédico, con ocasión del intento de implantación del Sistema Único de Salud, implementado por el Ministerio de Sanidad, dirigido, para entonces, por el Dr. Francisco Montbrún (Figura 4-b), quien dirigía el grupo (1987).

Figura 4. a)Avión militar tipo Hércules. b) Dr. Francisco Montbrún.
Figura 4. a)Avión militar tipo Hércules. b) Dr. Francisco Montbrún.

En esta ocasión me referiré a las incidencias del terremoto de Managua; para ello hago las siguientes precisiones:

Nicaragua es el país más grande de América Central, de 148.000 km2, descubierto por Cristóbal Colón en su cuarto viaje (1502); con una población, para la época, de aproximadamente 2.000.000 habitantes, con 11 h., por km2, de los cuales 77% son mestizos, 10% blancos, 9% negros y 4% indios; de religión católica en un 94 %, e idioma español, con gran cantidad de gente sin recursos y sin documentos de identificación, para el momento del suceso telúrico el 23-12-1972. Su capital, Managua, está cercana a ciudades de importancia, tales como León y Granada, esta última fue fundada en 1524 por el conquistador Hernández de Córdova y declarada Patrimonio de la Humanidad. Era gobernado, desde 1967, mediante elecciones fraudulentas, por el dictador General Anastasio Somoza Debayle (Figura 5), de la dinastía Somoza, quien culminaba su mandato para traspasarlo a un Triunvirato que gobernaría hasta 1974 cuando resulta reelecto para ser derrocado el año 1979 y finalizar su vida, catorce meses después (17-09-1980), asesinado con lanzacohetes por un grupo guerrillero argentino, en La Asunción, Paraguay, donde era protegido por el dictador Stroessner. Limita al norte con Honduras, al este con el océano Atlántico, al sur con Costa Rica y al oeste con el océano Pacífico (Figura 6). En su geografía, variada y pintoresca, por lo que se le da el nombre de “Suiza de Centroamérica”, se destacan 2 cadenas montañosas que la cruzan: Una muy próxima al Pacífico, de poca importancia, cuya elevación mayor está en los 1.000 metros y otra, prolongación de los Andes Centroamericanos, que comienza en la frontera con Honduras y termina en la otra con Costa Rica. Hay también, en la costa del Pacífico, un importante sistema volcánico (Volcanes Apoyeque, Masaya, Cerro Negro, Concepción, Chinandega, Cosiguina, San Cristóbal, Momotombo, Mombacho).

Figura 5. Anastasio Somoza Debayle.
Figura 5. Anastasio Somoza Debayle.
Figura 6. Mapa físico de Nicaragua.
Figura 6. Mapa físico de Nicaragua.

Tiene muchas lagunas y 2 lagos de importancia: Managua, de 1.042 km2 de extensión, bordeado en su orilla por la ciudad y lago Nicaragua, este último de mayores dimensiones, de 8.264 km2 y 70 mts de profundidad, único lago de agua dulce en el mundo, que tiene tiburones. La agricultura constituye la mayor y principal actividad rural. Su moneda oficial es el Córdoba.

La Cruz Roja Internacional, tiene, como principios fundamentales: Humanidad, Imparcialidad, Inde-pendencia, Neutralidad, Voluntariado, Unidad y Universalidad, que promueven sentimientos orientados en atender a aquél o aquellos que requieren del apoyo y la ayuda en momentos de necesidad extrema. Creada el año 1.863 por iniciativa del ginebrino Jean Henry Dunant, 3-5-1828/30-10-1910 (Figura 7a y b). La Cruz Roja Venezolana (Figura 8), fundada por el ciudadano inglés Sir Vincent Kenneth Barrington (Figura 9), en el régimen del General Joaquín Crespo (Figura 10), en el marco de la celebración del Centenario del Nacimiento del Mariscal Antonio José de Sucre, con el nombre Sociedad Venezolana de la Cruz Roja (30-05-1895). Pertenecer a ella, desde hace más de 40 años, en unión de otros profesionales de la medicina, nos hace proclives a la solidaridad humana, de allí la iniciativa de socorrer a los necesitados por el terremoto de Nicaragua que asoló su capital y derredores.

Figura 7. a) Jean Henry Dunant (Joven). b) Ibídem (Anciano).
Figura 7. a) Jean Henry Dunant (Joven). b) Ibídem (Anciano).
Figura 8. Cruz Roja Venezolana.
Figura 8. Cruz Roja Venezolana.
Figura 9. Sir Vincent Kenneth Barrington.
Figura 9. Sir Vincent Kenneth Barrington.
Figura 10. Gral. Joaquín Crespo.
Figura 10. Gral. Joaquín Crespo.

TERREMOTO DE MANAGUA. MAGNITUD DE LA TRAGEDIA

El sismo sucedió en la madrugada del 23-12-72, a las 12:30 am., con intensidad de 6.2 grados en la escala de Richter, justo debajo del centro de la ciudad, de una población de 350.000 habitantes, a 4.8 km, de profundidad, ocasionando más de 20.000 muertes y número similar de heridos, con 250.000 personas sin hogar, ocasionando aproximadamente 380.000.000.000 de euros en pérdidas (Figura 11). Produjo 2 réplicas de 5.2 y 5.6 grados en la referida escala, igualmente letales, con 3/4 partes de la ciudad arrasada. Hubo roturas de tuberías de gases, incendios y caída del tendido eléctrico, aunque se conservó gran parte de la energía eléctrica. Se interrumpió toda comunicación con el exterior; los 4 grandes hospitales de la ciudad estaban destrozados. Ocurrieron saqueos, por lo que se implantó toque de queda, circulando solo personal oficial y de asistencia de Cruz Roja Internacional por calles y sitios donde reinaba el caos, muerte y desolación. Se trataba de una ciudad de 14 cuadras, construida con materiales de inferior calidad no sismoresistentes (Figura 12), ubicada en una región con múltiples fallas telúricas que le atraviesan y sobre dos grandes placas tectónicas: La de Los Cocos, proveniente del Pacífico y la del Caribe, además el volcán Masaya al sur de ella (Figura 13 a, b y c), configurando una bomba de tiempo por los sismos que le suceden y los volcanes que tiene.

Figura 11. Daños de estructuras por el terremoto.
Figura 11. Daños de estructuras por el terremoto.
Figura 12. Daños de estructuras por el terremoto.
Figura 12. Daños de estructuras por el terremoto.
Figura 13. a)Placas tectónicas de la Tierra. b) Mapa de Isosistas, Managua. c) Volcán Masaya.
Figura 13. a)Placas tectónicas de la Tierra. b) Mapa de Isosistas, Managua. c) Volcán Masaya.

ORGANIZACIÓN DE AYUDA VENEZOLANA

En el ínterin del ejercicio como Sub-director del hospital “Dr. Carlos J Bello” de la Cruz Roja Venezolana, encargado de la Dirección para el momento del terremoto de Managua, se nos da la gran responsabilidad de auxiliar a la población de Nicaragua, siguiendo lineamientos del Comité Internacional de la Cruz Roja, con su autorización en nuestras manos; ejercía la Presidencia del país el Dr. Rafael Caldera Rodríguez (Figura 14), de la Cruz Roja Venezolana la Sra. María Eugenia Bruniccardi de Álvarez (Figura 15-a) y la Dirección del hospital “Dr. Carlos J Bello” el Dr. Julián Viso Rodríguez (Figura 15-b). Conformamos, a partir de las 5 pm. del 24-12, una delegación integrada por los médicos Bernardo Ferreira Fuentes - Ginecólogo, Oscar Colina Cedeño, Cirujano General - Presidente de la Sociedad Médica, Gabriel Guerra Torrellas -Cirujano Infantil y mi persona -Cirujano General (Figura 16 a, b, e y d), para viajar el 25-12, sumándose posteriormente, una vez establecidos en Managua, los bachilleres, estudiantes del último bienio de Medicina e Internos de la Cruz Roja: Raúl Istúriz -Presidente de la Sociedad de Internos, Douglas Appelwhite, Roberto Lanes y Carlos Hoyer. Habíamos concitado a los médicos de los 4 Servicios de Cirugía del hospital, con la colaboración de los Dres., Pedro Manrique Lander (Figura 17), Salomón Kube León y Rómulo Lander, este último con su eficiente ayuda, como radioaficionado, poniendo a la orden de la Cruz Roja su planta de radio. Obtuvimos, con la. Directora de la Escuela de Enfermeras, la colaboración de 2 alumnas y, con la Jefe de Enfermeras del hospital, la graduada. Instrumentista, Somalí Ávila. El dirigente de los socorristas nos facilitó a dos de ellos, Sres. Carlos Alonso y Jesús Arbeláez. Posteriormente se agregaron los médicos Adalberto Cruz - Cirujano Infantil, Alfredo Prado B., y Aquiles Armas, así como el Sr. Armando Guerra -utiliti, la enfermera voluntaria Srta. Lilian Mendieta, 3 bomberos (un electricista y dos radio-operadores) y 7 motorizados, entre ellos los señores Alberto Castillo, Marco Tulio Troconis y González Navas, (este último grupo de voluntarios no era personal activo de la Cruz Roja). Nos hicimos de equipo quirúrgico instrumental del hospital, el cual reintegramos completo al regreso de la misión. Llevamos medicinas, alimentos y nuestro equipaje, además de una planta eléctrica y un equipo de radio.

Figura 14. Dr. Rafael Caldera Rodríguez.
Figura 14. Dr. Rafael Caldera Rodríguez.
Figura 15. a) Sra. María Eugenia Bruniccardi de Álvarez. b) Dr. Julián Viso Rodríguez.
Figura 15. a) Sra. María Eugenia Bruniccardi de Álvarez. b) Dr. Julián Viso Rodríguez.
Figura 16. a) Dr. Bernardo Ferreira Fuentes. b) Dr. Cutberto Guarapo Rodríguez. c) Dr. Oscar Colina Cedeño. d) Dr. Gabriel Guerra Torrellas.
Figura 16. a) Dr. Bernardo Ferreira Fuentes. b) Dr. Cutberto Guarapo Rodríguez. c) Dr. Oscar Colina Cedeño. d) Dr. Gabriel Guerra Torrellas.

PLAN DE TRABAJO

Salimos el 25-12, a la 1 a.m., en avión militar tipo Hércules, desde Maiquetía, en vuelo de aproximadamente 4 horas de duración, avistamos la pista del aeropuerto “Augusto César Sandino”, de Managua, con varios accidentes topográficos y múltiples “mechurrios” (especie de fumarolas encendidas) que impedían el descenso, por lo que hubimos de dar algunas vueltas hasta lograrlo. Fuimos trasladados al barrio Las Palmas, donde estaban las delegaciones mexicana, guatemalteca y la propia nicaragüense, en el sitio que denominaron Refugio Las Palmas y en donde estaba la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, sede provisional de la Cruz Roja Internacional, sustituyendo nosotros a la primera en las labores de socorro. Pudimos observar los campamentos de varios países, entre ellos el de Cuba, en un barrio humilde, grupo numeroso, en el que había instalado un quirófano, contando, incluso, “con un neurocirujano”, Panamá y EEUU estaban en terreno del hospital El Retiro y el de Costa Rica en el de la Cruz Roja Nicaragüense, (Aproximadamente 25 países prestaron su ayuda). Llegaban aviones con ayuda venezolana, principalmente de la línea aérea VIASA, la que, a gran parte de ella, no se le dio el destino adecuado, pudiendo conocerse de la comercialización e interesado almacenamiento de productos de la sangre y sus derivados así como de soluciones hidratantes y de otros materiales de ayuda internacional etc. Presenciamos la llegada de uno de ellos en donde venía el locutor y animador Renny Ottolina, quien se regresó con el cargamento de ayuda al percibir la rapacería de las autoridades gubernamentales. El destacado pelotero puertorriqueño, Roberto Clemente (Figura 18), precisamente muere al caer al mar el avión que transportaba su ayuda, el 31-12, con su aporte personal, tratando de evitar el desvío innoble de ella.

Figura 17. Dr. Pedro Manrique Lander.
Figura 17. Dr. Pedro Manrique Lander.
Figura 18. Roberto Clemente.
Figura 18. Roberto Clemente.

Nos encontramos con que el hospital de la Cruz Roja Nicaragüense había sido destruido; acampamos esa noche en un solar y por la mañana nos trasladaron al Puesto Las Palmas, en la iglesia ya referida, en donde se ubicaron innumerables cajas con provisiones de todo tipo, de la cual nos vimos obligados salir intempestivamente, en varias ocasiones, por las réplicas del sismo, sitio cercano al lugar del desastre, enviados por el Presidente de la citada Cruz Roja, para trabajar al lado de los amigos mexicanos y guatemaltecos. Había toque de queda por los saqueos y tan solo se podía circular por las calles con pecheras de Cruz Roja Internacional, de l0 contrario podíamos ser los muertos, muchos de estos eran incinerados en piras humanas por su descomposición y olores nauseabundos que despedían. Por la magnitud de la tragedia, los colegas mexicanos no pudieron organizar un verdadero puesto médico asistencial, concretándose, más que todo, a resolver las urgencias del momento, que fueron muchas, trabajando hasta el agotamiento por ser los primeros en llegar, solo pudieron establecer 2 puestos auxiliares periféricos, constituyéndose en pilar fundamental de la ayuda internacional. Trayendo, incluso, a dos buzos (hombres ranas) para colaborar en la puesta en funcionamiento de las compuertas de la represa que surtía el agua a los pobladores, las que, por efectos del terremoto se habían trabado, habida cuenta de que la Cruz Roja Nicaragüense no estaba organizada para esos momentos. Los guatemaltecos se dedicaban a las vacunaciones y a prevenir epidemias (Cólera, Fiebre Tifoidea, etc.). México nos traspasa el mando del Puesto Las Palmas (Figura 19 a, b, e y d), con la gran responsabilidad de mantener la disciplina y a la vez aportar la ayuda necesaria que era requerida por la población preterida; fue preocupante la situación por cuanto los mexicanos eran 52 personas y nosotros apenas 12. He aquí entonces que comenzamos elaborando un plan de trabajo inmediato, tomando en cuenta que la iglesia podía habitarse, a pesar de las réplicas del sismo, con la disposición de todos en trabajar a tiempo completo, sin contar con personal de relevo. Habilitamos el atrio de la iglesia como mesa quirúrgica e iniciamos nuestro trabajo, a campo abierto, de acuerdo al siguiente organigrama:

  • Dirección.
  • Ambulancias.
  • Depósito General.
  • Distribución de víveres y ropa.
  • Rancho.
  • Planta Eléctrica.
  • Estación de Radio Aficionado.
  • Socorristas.
  • Pediatría.
  • Medicina General.
  • Primeros Auxilios.
  • Cirugía Menor.
  • Farmacia.
  • Vacunaciones.

Con la ayuda de voluntarios nicaragüenses y las Damas Grises prestamos una labor bastante aceptable, intentando aliviar la desgracia de un pueblo necesitado de todo.

Figura 19. a) Recepción y despedida de las delegaciones de Venezuela y México, respectivamente.
b)Formación de la delegación mexicana, con presencia de algunos pobladores. c) Iglesia Sagrado Corazón de Jesús. (Refugio Las Palmas). d) Partida de la delegación mexicana.
Figura 19. a) Recepción y despedida de las delegaciones de Venezuela y México, respectivamente. b)Formación de la delegación mexicana, con presencia de algunos pobladores. c) Iglesia Sagrado Corazón de Jesús. (Refugio Las Palmas). d) Partida de la delegación mexicana.

LABOR REALIZADA

A pesar de las grandes limitaciones que se nos presentaron pudimos atender, conjuntamente con las delegaciones de Guatemala y Nicaragua, aproximadamente 3.000 casos pediátricos, con una morbilidad por gastroenteritis, sarampión, parotiditis e innumerables reacciones a la vacuna antitífica, tales como dermatitis y fiebre. También hubo varios casos de desnutrición avanzada, los cuales se descompensaron por cuanto había niños que no recibían alimentos desde hacía 2 o 3 días, desencadenando fuertes reacciones al ser vacunados. Es importante señalar que la mayoría de la población era de escasos recursos, la que no se pudo trasladar a las ciudades cercanas de Granada y León, sin ropas, alimentos ni alojamiento, que sufría los rigores del frío intenso durante las madrugadas. Se auxilió, aproximadamente, otros 3.000 casos de adultos, distribuidos en enfermedades crónicas (desnutrición, neumopatías, problemas digestivos, etc.), hambre, sed, reacciones a vacunas y trastornos emocionales (Mal de Pit). Hubo que hidratar a muchos niños y a algunos adultos. Casos de cirugía menor fueron frecuentes, sobre todo por heridas contusas en manos y pies, varias fracturas costales y un herido de bala (en sedal), llegándose a un número aproximado de 100. Se atendió varios pacientes con esguinces y una luxación de hombro, siendo este último algo excepcional, por cuanto se trataba de un paciente adulto con tres días de evolución con ella y se le redujo después de varios intentos, con anestesia local, gracias a la eficiente labor del Dr. Guerra Torrellas, quien además prestó su colaboración en la ciudad de León, en supervisión de daños, por lo que fue solicitado el 26-12, regresándose a Managua el día siguiente.

Casos obstétricos fueron frecuentes, distribuyéndose en abortos en evolución, trabajos de parto, partos prematuros y uno normal, atendido, por la premura del caso, en una de las carpas donada por los mexicanos. Casi todos eran enviados luego al hospital Vel Spít, donde se recibían estos casos. En cuanto a víveres, ropa y medicamentos entregados a damnificados fueron cantidades incalculables; ayuda que llegaba de los países que la brindaban. Había gente muy necesitada que formaba colas diarias, de 3.000 a 7.000 personas.

PROBLEMAS EN EL RETORNO

“A LAS PUERTAS DEL CIELO PRIMERO YO QUE MI SOMBRERO”... El responsable de nuestra delegación la abandona (¡insólito!), vista la realidad de no disponer de transporte aéreo oficial, a la fecha de retorno al país y ante la cercanía del fin de año; logra cupo en un Jet King particular y sale de Nicaragua el 30-12 en horas de la mañana, sin dar explicación alguna de su decisión. Había ofrecido traer con nosotros a una joven nicaragüense damnificada de 18 o 20 años de edad, indocumentada, la que se presentó con dos maletas en nuestro campamento provisional que teníamos en el propio aeropuerto de Managua; también otro de los médicos abordó avión particular que lo trasladó a Maiquetía al mismo tiempo. Ante esta situación hube de asumir la conducción de la delegación y, mediante arenga al grupo, mantuve la cohesión suficiente para, de inmediato, procurar el transporte que nos retornara a Venezuela. Dando carreras en la pista cada vez que llegaba un avión venezolano logré contactar a pilotos de un Hércules, quienes aceptaron traemos; enseguida llevé a todos, incluyendo a la nicaragüense, al interior del avión. Pudimos ver, al sobrevolar la ciudad. la persistencia de los citados “mechurrios”, hicimos escala en el aeropuerto de Panamá para finalmente llegar a Maiquetía, en donde aún no se acaban nuestras penurias ya que, la ambulancia de la Cruz Roja, que nos esperaba para trasladarnos a Caracas, hubo de ser utilizada para transportar al piloto del avión al hospital naval de Mamo, hombre moreno y fornido, Coronel de apellido Ramírez, quien había sufrido un infarto al miocardio durante el aterrizaje, asumiendo la conducción del mismo el copiloto (fue acompañado por el Dr. Guerra Torrellas, quien después lo visitó constatando su recuperación). Avanzada la tarde de esa fecha nos vinimos en carros particulares, en estado lamentable de desaseo y aspecto personal, pero reconfortados espiritualmente por lo cumplido, llegamos a la sede de la Cruz Roja, por su lado norte, en horas de la noche, de 9 a 10 pm., resultando muy grato el recibimiento, experimentando, en lo particular, gran emoción cuando familiares, amigos e integrantes de la delegación corearon en estribillo: «Guarapo es un gran amigo, Guarapo es un gran amigo .... “, La joven nicaragüense fue acogida provisionalmente por la Brigada de Socorro de la Cruz Roja, siendo atendida después por el responsable del ofrecimiento de traerla, no se supo más de ella.

PLANIFICACIÓN DE AUXILIO A FUTURO

De esta experiencia me quedó una gran inquietud: la de organizar un hospital de campaña, bien equipado de personal asistencial y materiales de apoyo, bien administrado y mantenido en el tiempo, para ser utilizado en situaciones de contingencia en el país y el exterior, del cual no disponemos. Propuesta que elevamos a las autoridades de la Cruz Roja Venezolana, sin obtener resultado alguno por variados motivos que no viene el caso comentar, señalando en esa ocasión el siguiente organigrama organizacional:

  • Dirección
  • Obstetricia
  • Cirugía Pediatría
  • Medicina General
  • Medicina General
  • Curas Sucesivas
  • Observación Pediátrica
  • Observación Adultos
  • Curas Sépticas
  • Hidratación
  • Personal femenino y masculino - en carpas.
  • Socorristas y Grupos de Rescate
  • Farmacia
  • Estación de Radio
  • Depósito
  • Cocina

Tomando en cuenta que Venezuela no ha escapado a la acción de movimientos telúricos mundiales, en razón a lo que a continuación señalamos:

RESUMEN DE SISMOS EN VENEZUELA

A la llegada de los españoles los aborígenes conservaban la tradición de una gran catástrofe que había llevado al fondo del mar parte de las tierras ubicadas entre Araya y Cabo Codera, resultando ésta la única mención de un terremoto precolombino en Venezuela. Los geólogos han confirmado, recientemente, movimientos importantes en fallas tectónicas, asociados a fuertes sismos ocurridos en los últimos milenios. Los terremotos sucedidos, después del descubrimiento de América, comenzaron el 01-09-1530, con uno de intensidad Mb 7.3, que destruye el pequeño fuerte que Jácome de Castellón había hecho construir en Nueva Toledo (hoy Cumaná), donde hubo el probable 1er., maremoto historiado en América. Luego, el 25-12-1541 ocurre la destrucción de Nueva Cádiz, en la isla de Cubagua, por terremoto y maremoto (2do) sucediendo después sismos en la Grita, Cumaná, Caracas, La Guaira, Mérida, Táriba, San Cristóbal, Trujillo, Maracaibo, Gibraltar, El Tocuyo Barquisimeto, en los Estados Sucre, Monagas, Anzoátegui y Bolívar. En 1812 hubo 2 terremotos que asolaron Caracas y Mérida, con afectación de La Guaira, San Felipe, Barquisimeto y Sta., Rosa, con 30’ de diferencia entre ellos, fue cuando nuestro Libertador, se dice, exclamó “Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Después siguen sucediendo eventos sísmicos en la misma Caracas, Marigüitar, Mucuchíes, Sta. Teresa del Tuy, Sta. Lucía, Lobatera, La Grita, Táríba, San Cristóbal. El 15-07-1853 ocurre nueva destrucción de Cumaná y sus alrededores, con ocurrencia del 3er maremoto registrado en la historia venezolana. En Cúcuta sucede terremoto que se extiende a los andes venezolanos con afectación de San Antonio, Ureña, San Juan de Colón, Lobatera, Michelena, La Mulera, San Cristóbal, La Grita y otros pueblos. Sismos ocurrieron en Guanare, Cruz de Mora, Zea, Tovar, Mesa Bolívar, Lagunillas, Chiguará y otros pueblos, con destrucción de estructuras y pérdidas de vidas. También en Mocotíes, El Chamá, Bobures, Gibraltar y Santa Marta. Carache, Casanay, Cariaco, Macuto, Caraballeda, Naiguatá, Carenero, Higuerote, Guatire y Guarenas de nuevo han sufrido sismos. En 1929 repite terremoto destructor de Cumaná. Continúan en San Antonio de Maturín, San Antonio del Golfo, Cariaco, Arenas y Santa Fe; también en Rio Claro del Edo., Lara, Los andes venezolanos (La Grita. Tovar, El Cobre, Seboruco, Pregonero, Rubio, San Pedro del Rio, Queniquea y otras poblaciones). El 03-08-1950 hubo sismo de intensidad Mb 6.6 en el Tocuyo sufriendo éste, severamente, en conjunto con poblaciones de Humocaro Alto, Guaitó y Paraíso de Chabasquén, pérdidas de miles de viviendas, 15 muertos, 780 heridos y aproximadamente Bs., 500 millones. En 1956 y 1959 suceden sismos en Acarigua y Mérida respectivamente. Continúan temblores en los años 57, 65, 67, 68,74, 80, 81, 89 y 97 afectando, entre otras, poblaciones del Dtto. Arismendi, en el Edo. Sucre, tales como Rio Caribe y San Juan de las Galdonas; también en Trujillo, Churuguara y San Cristóbal. El de 1967 fue en Caracas, la que fue sacudida por terremoto de intensidad 6.5 en escala de Richter, con 236 muertes, 2000 heridos y daños materiales en exceso. Continúan sismos en Macuro, Guíria, Irapa, Guanare, Acarigua, San Pablo, Maracay, Maparí, Churuguara, El Tural, San Antonio, Ureña, San Josecito y La Copé en el Edo. Táchira, Boca del Tocuyo, Chichiriviche y últimamente en la Península de Paria, afectando a Cariaco con 83 muertes y 7500 heridos. Se deduce que, en Venezuela, ha ocurrido 3 maremotos, todos en la región oriental y la fuerza máxima de los sismos no ha sobrepasado los Mb 7.3, como en otros países, aunque sus resultados no dejan de ser catastróficos, siendo los de mayor intensidad los siguientes:

Es significativa la presencia de islas y sistemas montañosos al norte de Venezuela, que han constituido un frente físico en contra de otros maremotos y aún más, de tifones.

REFERENCIAS

  1. Betancourt Ruiz Armando (1972) Terremotos y Temblores. Monte Avila. Caracas, Venezuela.
  2. Schubert, Carlos (1983). Los Terremotos en Venezuela y su Origen. Cuadernos Lagoven S.A. Caracas, Venezuela.
  3. Banco Central de Venezuela (1974). El Terremoto de Caracas por un Oficial de la Legión Británica. Banco Central, Caracas, Venezuela.